MUNDIAL DE CICLISMO (PRUEBA ÉLITE) INNSBRUCK 2018 (AUSTRIA)
Tras cruzar la línea de meta del último
mundial celebrado en Bergen (Noruega) en Septiembre del pasado año, Peter
Sagan se convertía en campeón del mundo por tercera vez, igualando a
históricos del ciclismo como Binda, Van Steenbergen, Merckx y Freire, pero
superándolos a todos al conseguir ese logro de manera consecutiva, de 2015
a 2017. Unos días después anunciaba públicamente que le
hacía ilusión estar en la línea de salida de la prueba reina del mundial 2018
que se va a disputar el próximo domingo 30 de Septiembre en Innsbruck,
la capital del estado de Tirol austriaco. Pese a que el recorrido duro no le
favorece a priori, nadie le puede quitar la ilusión de tomar la salida en
el que, de conseguir ganar, sería su cuarto mundial consecutivo.
El tirolés será el mundial de las
grandes ausencias, Froome, Thomas, Landa, Aru, Porte, todos, por
una u otra circunstancia, han renunciado a disputar un mundial que sobre el
papel les favorecía en mayor o menor medida. Una oportunidad desperdiciada que
para corredores de sus características difícilmente se volverá a presentar a
lo largo de sus carreras deportivas porque desde Lugano en el 1996 (5.070
metros) y Duitama en 1995 (5.400 metros) no se disputaba un
mundial con un desnivel medio acumulado tan alto.
Las bajas mencionadas, unidas a la incomprensible decisión de Australia cuyo seleccionador ha decidido no convocar a Michael Matthews. Hace que nos tengamos que contentar con un mundial cuya participación, nos cuenten lo que nos cuenten, es una de las más pobres de los últimos años, no solo por ausencia de figuras, sino por el estado de forma en el que llegan algunos corredores. El mencionado Nibali obligando a Italia a depender de un jovencísimo Moscon en una forma envidiable, recordemos que los transalpinos no consiguen una medalla en un mundial desde hace diez años. El resto de favoritos serán los hermanos Yates, Pinot, Kwiatkowski, Quintana, Urán, Kruijswijk, López todos ellos con la forma óptima que da el haber disputado este mismo mes una carrera de tres semanas como la Vuelta. Sumados a los Roglic, Poels, Bardet, Alaphilippe que sí han preparado el mundial a conciencia.
El desenlace lo conoceremos el próximo domingo al paso del mundial por el inmenso valle que recorre de norte a sur el Tirol austríaco desde Kufstein a Innsbruck, después de ascender en siete ocasiones Igls un puerto de 7,9kms al 5,7% de pendiente media, tendido pero que se pega según hemos visto en categorías inferiores, con una última vuelta que añadirá el alto de Gramartboden (899 metros de altitud) de 2,8kms, pendiente media del 11% y máxima del 25% como guinda a un recorrido que de no ser por su kilometraje (265kms) bien podría haber sido diseñado como etapa de una de las últimas ediciones de la Vuelta. Esperemos que a diferencia de lo sucedido en España la distancia esta vez sirva para animar la carrera y nos permita disfrutar de una jornada única de ciclismo.
En una entrevista a La Gazzettadello
Sport, el campeón del mundo dejaba abierta la posibilidad de victoria pese a
que el recorrido de Innsbruck es más favorable a escaladores. "Nada es
imposible". Argumentando que con una preparación adecuada podría pelear
por el mundial de El Tirol, recordando que en la carrera Tirreno-Adriático de
2012 llegó junto a Nibali en el grupo delantero en una jornada
de kilometraje similar y con unos 3.000 metros de desnivel
positivo, en Innsbruck el próximo domingo serán casi 5.000 metros.
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Tricampeón del mundo, que se dice pronto |
Según se ha ido acercando la cita
mundialista sus pensamientos han cambiado bastante, probablemente debido
al rendimiento por debajo de lo esperado ofrecido por el eslovaco en la
pasada Vuelta a España donde su mejor posición fue los cuatro segundos puestos
conseguidos en sendas etapas, hasta el punto de que en la entrevista que
publicaba El País el pasado día 17, Sagan aseguraba
que el mundial de Innsbruck es muy duro para él. Que acudía
más "para estar, una presencia, y para llevar el maillot de
Eslovaquia", curiosamente declaraciones muy similares a las vertidas por
el italiano Nibali esta misma semana provocadas por su bajo
estado de forma. El contrato del eslovaco con Bora-Hansgrohe expira a
finales de 2019, se espera que en la rueda de prensa que precederá a
la prueba en línea de Innsbruck divulgue a los medios que renovará
hasta 2021. Motivo que sería suficiente para acudir a la cita
mundialista sólo a mostrar su maillot.
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Recorrido de la categoría élite |
Las bajas mencionadas, unidas a la incomprensible decisión de Australia cuyo seleccionador ha decidido no convocar a Michael Matthews. Hace que nos tengamos que contentar con un mundial cuya participación, nos cuenten lo que nos cuenten, es una de las más pobres de los últimos años, no solo por ausencia de figuras, sino por el estado de forma en el que llegan algunos corredores. El mencionado Nibali obligando a Italia a depender de un jovencísimo Moscon en una forma envidiable, recordemos que los transalpinos no consiguen una medalla en un mundial desde hace diez años. El resto de favoritos serán los hermanos Yates, Pinot, Kwiatkowski, Quintana, Urán, Kruijswijk, López todos ellos con la forma óptima que da el haber disputado este mismo mes una carrera de tres semanas como la Vuelta. Sumados a los Roglic, Poels, Bardet, Alaphilippe que sí han preparado el mundial a conciencia.
Respecto a la Selección Española,
el autodescartado Mikel Landa tras no poder terminar su andadura
en Giro della Toscana mes y medio después de su reaparición después de
haber sufrido una caída en Agosto en la Clásica de San Sebastián, le hizo un
favor con ello al seleccionador Javier Mínguez que cumple
su ciclo en su sexto mundial al frente, con cuatro medallas
conseguidas (ninguna de oro), dato que en la lejanía que da el
tiempo podría parecer exitoso, pero analizando la fórmula
utilizada de partida en los últimos cinco mundiales celebrados
sin una estrategia clara más que la de mantener el grupo unido para Alejandro Valverde, y
que durante el mando del vallisoletano jubilado hemos contado con la generación
más capacitada para este tipo de citas, el medallero conseguido quizás se
quede corto. El murciano, por su edad (38 años) está ante la que probablemente
sea su última oportunidad de conseguir un oro mundialista, algo que
lleva intentando conseguir durante toda su carrera deportiva. Esta vez sin haber reconocido previamente el circuito, porque en el día de ayer la Selección perdió el vuelo que les llevaría de Madrid a Austria. La forma en
la que llega se puede considerar óptima, pudiendo haber sido incluso mejor
de no haber gastado fuerzas mientras perdía todas sus opciones en la
pasada Vuelta a España. Para ello contará con la ayuda de gregarios puestos a
su disposición por Mínguez y sobre todo de Enríc Mas el
jovencísimo mallorquín de 23 años que después de haber brillado en la
Vuelta por encima de lo esperado está capacitado para hacer un gran papel
en este mundial.
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La equipación más fea del mundo, pero optando a todo |
El desenlace lo conoceremos el próximo domingo al paso del mundial por el inmenso valle que recorre de norte a sur el Tirol austríaco desde Kufstein a Innsbruck, después de ascender en siete ocasiones Igls un puerto de 7,9kms al 5,7% de pendiente media, tendido pero que se pega según hemos visto en categorías inferiores, con una última vuelta que añadirá el alto de Gramartboden (899 metros de altitud) de 2,8kms, pendiente media del 11% y máxima del 25% como guinda a un recorrido que de no ser por su kilometraje (265kms) bien podría haber sido diseñado como etapa de una de las últimas ediciones de la Vuelta. Esperemos que a diferencia de lo sucedido en España la distancia esta vez sirva para animar la carrera y nos permita disfrutar de una jornada única de ciclismo.
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